25 February 2012

The Last 3 Lines-Sala Sol (Madrid) 11 de febrero

Entré a la sala El sol ligeramente nervioso, pues llevaba meses enganchado al último disco del grupo que estaba a punto de ver, apenas separado por la actuación de los teloneros.
La tarea de abrir la noche cayó en manos de Ok asno, los cuales resolvieron su cometido de forma genialmente melódica. Sobre unos arreglos de electrónica, una guitarra acústica y otra eléctrica, así como y un bajo y batería acompasados a la perfección, flotaba una voz suave que hizo delicias en oídos de los asistentes. El corto pero intenso setlist que tenían preparado se pasó rápido, y mis nervios crecían mientras preparaban el escenario para el sexteto barcelonés. Salió el grupo principal sin más demora y, entre aplausos, comenzaron de la misma forma que su último disco, con
Introlude, seguido de Your Bruising charm y Visions from Oniria. Podrían haber acabado el concierto ahí mismo y, de hecho, hicieron amago de ello como despidiendo con la mano, pero nada más lejos de la realidad.
La noche siguió con
Fish tank (probablemente trajo a la mente de parte del púbico su friki videoclip, donde me incluyo) que nos hizo bailar con su inconfundible riff, y la siguió Lonely parade, con el bajo retumbando en todo rincón y su pegadizo estribillo cantado por varios de los allí presentes.
Después de esto,
Andrómeda nos envolvió poco a poco en un aura espacial y, tras ella, volvimos al mundo real con Sometimes the trigger y su guitarreo sin rival.
Continuando con
Black Sea, Trail of the Breadcrumbs y Paradigm of fools parecía claro que esa noche querían que saliésemos con una sonrisa de aquella sala, cosa que quedó confirmada al anunciar un pequeño momento más íntimo y comenzar Sleepwaker. Justo después, sin dejarnos descansar y apuntando que era la última canción, comenzó Crows, la cual da nombre a su anterior Ep y cuyo estribillo cantamos todos a coro. Salieron del escenario, pero nos había sabido a poco y, sin hacerse mucho de rogar, salió Xavi en solitario para comezar los bises con Insomnia, pieza que cierra su último album. Haciendo de ésta una preciosa versión en directo, y tocándola acústica en su totalidad, a mitad salieron el resto para acompañar con la voz y continuar con los bises. Culminaron el concierto con Mytiana y Revelation, dejando al público encantado con un concierto que bien fue merecedor de un gran estadio, pero que, sinceramente, se disfruta mucho más en una sala pequeña.
Y, además, puedo lucir orgulloso mi camiseta de The last 3 Lines.



Marcos Orive

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