
El último compacto de Bowie fue Reality (2003), con el que se embarcó en una gira que se vio obligado a interrumpir por una urgente operación de corazón debido a una arteria obstruida. Y en el 2008, El Duque Blanco volvió a la actualidad por su dúo con Scarlett Johansson en su disco de debut, Anywhere I lay my head.
Este 2009 ya ha empezado con buen pie para los fans puesto que acaba de publicarse en España Bowie. Amando al extraterrestre, escrita por Christopher Sandford. Una biografía que recuerda su nacimiento en una familia de clase media marcada por la esquizofrenia, factor que le ha perseguido toda la vida, y relata una vida de excesos, su promiscuidad bisexual y sus intermitentes penurias económicas. Con The man who sold the world (1971) prácticamente inventó el glam rock, y en esa época creó al personaje Ziggy Stardust, conoció a Lou Reed y a Warhol, y fundó el estudio The Factory en Manhattan, un auténtico hervidero de talentos.
También en 1971 apareció Hunky Dory, otro de sus épicos discos que incluía Changes y Life on Mars?, canciones que pronosticaban su éxito absoluto, solo un año más tarde. Sandford recuerda que Bowie se obsesionó con los ovnis, que fue teclista anónimo de su amigo Iggy Pop, y explica cómo el sonido de la trilogía de Berlín fue determinante para nuevas corrientes que germinaban entonces, como el rock gótico, el post punk, el synth pop, el new wave y el new romantic.
Este 2009 ya ha empezado con buen pie para los fans puesto que acaba de publicarse en España Bowie. Amando al extraterrestre, escrita por Christopher Sandford. Una biografía que recuerda su nacimiento en una familia de clase media marcada por la esquizofrenia, factor que le ha perseguido toda la vida, y relata una vida de excesos, su promiscuidad bisexual y sus intermitentes penurias económicas. Con The man who sold the world (1971) prácticamente inventó el glam rock, y en esa época creó al personaje Ziggy Stardust, conoció a Lou Reed y a Warhol, y fundó el estudio The Factory en Manhattan, un auténtico hervidero de talentos.
También en 1971 apareció Hunky Dory, otro de sus épicos discos que incluía Changes y Life on Mars?, canciones que pronosticaban su éxito absoluto, solo un año más tarde. Sandford recuerda que Bowie se obsesionó con los ovnis, que fue teclista anónimo de su amigo Iggy Pop, y explica cómo el sonido de la trilogía de Berlín fue determinante para nuevas corrientes que germinaban entonces, como el rock gótico, el post punk, el synth pop, el new wave y el new romantic.
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