Noche de verbena y fiesta
que reservamos para un evento muy especial.
Llegamos al fantástico
escenario que siempre supone el espacio del Poble Espanyol justo para
acabar de ver el energético concierto de apenas 15 minutos de MF
Doom. ¿Estaba programado un concierto tan corto? La gente ni se
inmuta, ni se queja. Solo queda algo más de 1 hora de espera para el
concierto principal.
Un poco antes del inicio,
el público llena algo más de la mitad de la capacidad total del
espacio. Se respira en el ambiente las ganas de disfrutar el
concierto, que vamos a poder ver con tranquilidad, sin empujones ni
despistados que no sepan lo que han venido a ver.
Los de Bristol abren el
concierto con Silence. La misma canción que inicia su tercer
y último disco, Third (2008). El público empieza a animarse. Está
claro que este público ha superado todas las ofertas de San Juan y
ha vencido la tentación de ver la retransmisión del partido de la
omnipresente,” La Roja”, que jugaba su partido a la misma hora
del concierto. Se puede decir que aquí están los verdaderos e
incondicionales fans de Portishead.
Prosigue el concierto con
otra canción del segundo disco, Nylon Smile. A la tercera, va la
vencida; Mysterons suena y el público se acaba de despertar. La cosa
se anima y continua con The Rip, el mejor tema del último
disco. Una exquisita perla musical que hace poner la piel de gallina
a más de uno. El set list del concierto prosigue, alternando
canciones del 3er disco con alguno de los clásicos, como Wandering
Star, en el que se produce un momento mágico para todo el
público y otro algo vergonzoso para los que lo escuchamos. En uno de
los bares del recinto había una televisión donde había bastante
gente viendo el partido España-Francia. Me pregunto si alguno de
ellos pagó 65€ para ver Portishead. Pues en medio del silencio del
público y de la intensidad emocional de la canción se escucharon
los gritos y la celebración al más puro estilo hooligan por el
último gol de la Selección española de futbol.
Inmersos de nuevo en el
concierto, la banda entrega una tras otra, como una máquina precisa
y contundente, hits de sus tres discos. Proyecciones al estilo de sus
inicios; efectivas y potentes. Beth Gibbons, introspectiva, tímida
pero siempre brillante, lidera durante todo el concierto a una banda
entregada, poco expresiva aunque musicalmente muy emotiva.
Suena Chase the tear,
un potente tema no incluído en ninguno de sus 3 discos y que tiene
una muy buena aceptación entre los fans.
Aunque no queramos, esto
se acaba con dos temas más y solo nos queda esperar a los bises.
Empieza a sonar Roads y
se nota en el ambiente que esta es una de las favoritas del público.
Sentimientos a flor de piel, silencio y entrega absoluta a una de las
mejores canciones de Portishead y una de esas canciones que consiguen
conmover profundamente.
Después de lo anterior,
casi todo sabe a poco y acaban el concierto con We carry on, otro
tema del último disco. Me imagino que muchos esperábamos un bis más
largo, un concierto más extenso pero no, 1 hora y 20 minutos
justitos que nos saben a poco. Aunque siempre es un regalo poder ver
a este grupo y disfrutar de sus conciertos que nunca decepcionan.
Solo queda decir, gracias y hasta pronto?
BIS
- Roads
- We Carry On
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