24 February 2013

The Last 3 Lines en Fnac El Triangle



Lo volvieron a hacer. Las luces eran tenues, proyectando fantasmas por toda la sala; fantasmas que se congregaban en torno a la portada de un disco, ‘Leafless’. La Fnac de El Triangle congregaba a un grupo de devotos que esperaban con impaciencia que, una vez más, comenzara el show.
Lo volvieron a hacer. Armados sólo con su sonido acústico y frente a una pequeña multitud, The Last 3 Lines demostraron una vez más que son capaces de hacernos temblar ya sea en el Sant Jordi Club o en la pequeña Heliogábal. Y es que, cuando una banda sabe hacer buena música, no importa si la hacen en grandes recintos o pequeñas habitaciones; lo que importa es la capacidad que tienen de tocar nuestra fibra más sensible.


Lo volvieron a hacer. Con un sonido limpio (a pesar del constipado del que Dani, guitarra y segunda voz, hacía gala) y dejándonos a todos boquiabiertos y con ganas de más; tarareando Lonely Parade, Sleepwalker, Growing Stones, Women and children first o la archiconocida Fish Tank. La preciosa voz de Xavi invadía con cada tema tu cerebro, más y más, anclándote a ese punto de la realidad en el que te das cuenta de que no quieres que ésa melodía termine nunca. Marc, ayudado en ocasiones por Sergi cuando este soltaba la guitarra, ponía la leve percusión y efectos adecuados para transportarnos a ese mundo onírico que se muestra en la portada de Leafless; mientras Sac marcaba el ritmo con su bajo, concentrado; y Dani se marcaba inolvidables punteos de guitarra y taconeaba el suelo con una pequeña pandereta. Nada de efectos enlatados o grandes montajes. The Last 3 Lines no necesitan nada de eso para mostrarnos la grandeza de su sonido y sembrar en nuestro subconsciente la pregunta de por qué no hay más bandas capaces de enfrentarse así de desnudos (musicalmente hablando) ante su audiencia.


Cierto es que mi amor por la banda catalana The Last 3 Lines comenzó hace ya muchos años, pero en toda su trayectoria no hace más y más que crecer y crecer; y a la vez preguntarme por qué grandes festivales de nuestro país no cuentan con ellos para sus carteles, ya que la calidad de su sonido supera en ocasiones al de otros muchos grupos que he visto en festivales como Bilbao BBK, SOS 4.8 o Primavera Sound.
Tal vez sea porque, precisamente, la calidad de ése sonido es tan buena que aquellos que los escuchan no imaginarían nunca que The Last 3 Lines están entre nosotros y pertenecen a este país, creando joyas como su disco debut You are a deep forest o su EP Crows. Tal vez nadie es capaz de imaginarse que estos seis chicos (cinco en su versión acústica) son capaces de crear un sonido tan mágico y real a la vez que te transportan a parajes desconocidos de Oniria, aquel lugar donde fueron y volvieron para traernos su disco Visions from Oniria y tras él, este regalo que se llama Leafless.
Pues bien, para todos vosotros tengo un mensaje: despertad. The Last 3 Lines están aquí, y se lo merecen todo y más.  

TEXTO Y FOTOS: LIBERTAD SAHAKIEL

1 comment:

  1. Genial crónica. Tan sólo un apunte, creo que el actual bajista no es Sac, sino Raúl.

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